En 1950, el profesor y estadístico William Edwards Deming ideó un concepto capaz de aportar una metodología de resolución de problemas y gestión con el fin de potenciar la calidad y la eficiencia.

El ciclo de Deming o Ciclo PDCA (Plan, Do, Check, Act) agrupa cuatro fases interrelacionadas que promueven la mejora continua dentro de la empresa. Para emplear de forma adecuada este sistema, es importante mantener el orden y los pasos siguientes:

P (Plan) · Planificación

Análisis e identificación de actividades o áreas susceptibles de mejora, estableciendo unos objetivos claros y medibles, describiendo de forma detallada y estructurada los procesos a seguir y los indicadores de rendimiento o KPI's.

D (Do) · Ejecución

Incorporación y seguimiento de los procesos o acciones planificadas, asegurándose de recopilar la información o datos de desempeño y rendimiento.

C (Check) · Verificación

Estudio de los datos recopilados y comparación de los resultados con las metas u objetivos establecidos, analizando la efectividad del proceso.

A (Act) · Acción

De acuerdo con la información y evaluación obtenida, se toman las decisiones pertinentes a fin de implementar ajustes o modificaciones para garantizar la constante mejora.

Gracias a la implementación de esta metodología, la empresa puede beneficiarse en los siguientes aspectos:

Compromiso con la mejora continua
Incremento en la calidad de productos y/o servicios
Aumento de la productividad
Adaptación a cambios
Incorporación de nuevos procesos

Otro de los elementos claves de la introducción del ciclo de Deming, se centra en la participación de todo el conjunto de la organización, fomentando así su pertenencia dentro de la compañía.

Valorar este tipo de estrategias se convierte entonces en un modelo de trabajo empresarial enfocado en la búsqueda constante de la innovación y eficacia para garantizar entornos de trabajo saludables, productivos y colaborativos.

La adaptabilidad de las organizaciones y empleados/as representa un valor clave capaz de transformar la cultura corporativa para acercar el negocio al éxito. Por ello, tener en cuenta sistemas de gestión que aprueben un funcionamiento eficiente enfocado en la mejora continua puede beneficiar a toda la plantilla.

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Autora: Érika Pérez

Imagen: www.freepik.es

El Ciclo de Deming: plan de gestión y mejora continua